El celeste tiene un desorden inmenso en la estructura de juego y no parece tener fondo.
Cuando se trata de buscar las razones por las cuales Belgrano juega decididamente mal hay que remontarse a la salida de Zielinski.
Uno de los motivos de la salida del “ruso” fue el intento de saltar en la forma de juego a una forma que el hincha celeste nunca exigió.
Fueron pasando uno a uno los director técnico y todos intentaron jugar de una manera impropia para la historia de Belgrano.
Salvo Lavallen, que obtuvo resultados y rendimiento sin el fútbol champagne, el resto quiso hacer del juego asociado y la salida limpia algo de la génesis celeste, cuando la realidad que esta vinculado a otros equipos esa forma.
Con la llegada de Berti, fue otro que insistió en la misma receta y como el nivel de los jugadores una vez mas no respondió, cometió errores capitales, insistir en una forma que generó mil problemas, incertidumbre y problemas de todo tipo.
Constantin esta exento de este analisis porque no tuvo tiempo de nada. Apenas de meter 5 cambios como para avisar que la cosa viene muy mal. Seguramente deberá volver a meter limpieza para cambiar el rumbo, aunque sea que se parezca en algo a un equipo de fútbol.
Si Vegetti gana muchas de arriba, si Lencina es un luchador incansable, si Techera le pega bien a la pelota, si los marcadores de punta no pasan por que no saben que hacer, si Bernardelo siempre pierde en la mitad, si los centrales recurrentemente no pueden con los delanteros, si este diagnostico es reiterado en todos los partidos esta claro que no va mas.
Belgrano debe volver a su forma, a su manera, a las segundas pelotas después de tirársela todas a Vegetti, a revolearas de atrás como le pidió Novillo a su arquero en el primer tiempo.
Basta de lírica en el juego, para que el “ruso” no se agarre la cabeza después de preguntar un resultado, para que la gente no insulte a los protagonistas, para volver a creer que el descenso esta lejos y el ascenso siga vivo.
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