El día siguiente de la victoria de Racing ante Juniors deja sensaciones encontradas en ambos equipos. La academia ganó, pero no jugó bien. El poeta fue superior en el balance de los 90 minutos, pero pagó muy caro su falta de gol. Ambos tendrán que ajustar sus piezas si aspiran al ascenso.
Esta segunda ronda del Torneo Regional deja poco margen de error. De los 4 integrantes del grupo (Racing – Juniors – Américo Tesorieri – Sportivo Tirolesa) solo uno clasificará a la siguiente instancia. Cada punto es importantísimo. Por eso la gente de Nueva Italia quedó satisfecha: es fundamental arrancar con una victoria, más aún de local.
Pero en el ámbito netamente futbolístico, Racing quedó en deuda. Fue ampliamente superado por Juniors, sobre todo en el primer tiempo. Un empate hubiera sido más acorde al desarrollo del juego. La diferencia termina a favor de Racing porque su arquero Rodríguez atajó el penal de Rosales; mientras que Herrera convirtió el suyo.
Juniors demostró tener una mejor lectura de juego que su rival. El técnico Mira acertó con las variantes posicionales de sus jugadores, y le dominó el juego al local. El doble 5 González – Rodríguez se adueñó de la mitad de cancha, y Rosales arrancaba abierto sobre la izquierda y terminaba en el centro, un movimiento interesante que le hacía la vida imposible a defensa de Racing. Por el otro lado, Emeka jugaba bien sobre la banda, y cuando podía se lanzaba al área. Esta versatilidad de los jugadores de Juniors complicó el planteo de la Tota Medina. Porque Mira tenía muy estudiado los movimientos de Racing. Sabía exactamente qué tenía que hacer para contrarrestar tanto los ataques como los movimientos defensivos que planteaba Racing. Pero Juniors sufrió su falta de gol y se fue con las manos vacías, incluso con un penal a favor.
Distinto fue el equipo que puso Medina en cancha. El 11 de Racing salió de memoria, el mismo que ganó cómodamente la primera ronda, eliminando a Las Palmas. Pero anoche, esa virtud de tener un equipo definido, se le volvió en contra. Porque Juniors sabía de antemano cómo iba a jugar Racing, y qué tenía que hacer para controlarlo. Así fue que ni Nano Martínez, ni García, ni Villegas gravitaron en casi todo el partido. A Racing le faltó un “plan B”. Está acostumbrado a jugar de una determinada manera, y no la cambió a pesar de ser claramente superado por su rival. Solamente en la primera mitad del segundo tiempo, por la rebeldía de Schiavoni, fue que encontró un buen pasaje de fútbol y el gol. El volante fue el único que se salió de libreto y buscó variantes, asociaciones entre sus compañeros, y a él le hicieron el penal. Una sola jugada que definió que los 3 puntos se queden en Nueva Italia. Los pocos minutos que Racing pudo hacer circular la pelota en campo rival, lo hizo con claridad. Pero el problema es que, precisamente, fueron pocos minutos.
Los cambios de Racing tampoco aportaron soluciones nuevas. La idea de juego está muy aferrada en los jugadores, pero estos deben tener un plan de emergencia por si el rival los supera. Juniors no empató el partido por falta de puntería y porque Cali Rodríguez atajó todas las pelotas con destino de red.
Juniors deberá explotar al máximo las variantes de sus jugadores. A diferencia de Racing, el poeta tiene muchas variantes. Varios jugadores pueden ocupar distintos sectores del campo y sorprender al rival. Incluso desde el banco, donde Mira tiene distintas opciones de juego, como Suárez, quien entró en buen nivel.
“Esto recién arranca” dijo Paulo Rosales mientras se retiraba de las instalaciones del Miguel Sancho. Y tiene razón. A ambos equipos les quedan 5 finales. Los dos tienen que mejorar para pasar de ronda. Racing deberá aceitar su funcionamiento y tener a mano más variantes de juego. Juniors tiene que afinar la puntería. Quedan 5 finales.
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