Es una fecha muy especial para el fútbol de Córdoba ya que se cumple un nuevo aniversario de la finalísima que protagonizaron Talleres y Belgrano en 1998. Algunos de los protagonistas de esa definición expresaron sus recuerdos.
Albiazules y celestes paralizaron Córdoba ese 5 de julio de 1998, en medio del desarrollo del Mundial de Francia. Roberto Luis “Lute” Oste fue el encargado de paralizar el corazón de miles de “Matadores” tras patear su penal y saltar el cartel para fundirse en un eterno abrazo con la curva “T”.
El “Movimiento 5 de Julio“, fundado por Juan Faner, recuerda esa hazaña en cada aniversario. En éstos últimos años, por la pandemia, no se puede recordar el famoso penal en el Olmos, en barrio Jardín, o en cualquier punto de nuestra ciudad.
Sin embargo, el “Lute” grabó un video en el que recuerda la hazaña y envió un saludo especial a sus compañeros, agrupaciones e hinchas. Tuvo tiempo para rememorar el momento del penal: “Cuando vi que la pelota pegó en el travesaño del jugador de Belgrano (por Binetti), estaba abrazado junto a Javier Villarreal y le dije que ésta vez era la posibilidad de ser campeón, y no se nos iba a ir. Fui con mucha confianza, agarré la pelota fuera del área, iba caminando y viendo el cartel por donde iba a saltar para poder abrazarme con todos los hinchas. Cuando apoyé la pelota tuve la decisión de patear a donde pateé y, por suerte, el arquero Ragg fue para el otro lado”. Sobre el final, pidió “no olvidarse de éste 5 de julio“.
Por su parte, Gustavo “el Loco” Lillo quien también estuvo trabajando hasta hace un tiempo en el Club rememoró el momento crucial y destacando que “fue muy importante a nivel futbolístico en mí carrera y en lo personal“. También agradeció el cariño de los hinchas y haber podido colaborar para conseguir el objetivo de devolver a Talleres a Primera División.
Por su parte, David Ignacio Díaz también dejó su recuerdo: “Lo sigo festejando como si fuera ayer. Es algo que perdura en el tiempo, siempre se va a magnificar, porque fue la final que todos queríamos jugar y ganar, estuvimos de éste lado. En el momento de patear el penal, uno lo único que quiere uno es ir y hacerlo, fue bastante tenso. Gracias a Dios que Mario (Cuenca) contuvo los penales, pudimos hacerlos y, hoy en día, pasaron 23 años y seguimos celebrando”. Finalizó con un “todo el Pueblo Albiazul se lo merece“.
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