La Gloria le ganó 80 a 66 a Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia y se alzó con la copa del Final 8.
La final fue un partido en donde no importó quien lo abrió o quien ganó el salto inicial. Sólo importaba una cosa: levantar la copa.
El encuentro se jugó como lo que fue, una verdadera final. Con las dos hinchadas presentes, después de mucho tiempo y entre ellas se sacaban chispas.
Durante todo el encuentro Gimnasia intentó muchos lanzamientos de a tres, de 20 tiros acertó 3. El partido estaba un poco desordenado pero con el ingreso de Amicucci y Copello se acomodó el equipo cordobés. El primer cuarto terminó 24 a 19.
En el segundo capítulo, el equipo de Comodoro Rivadavia se vio sobrepasado por el planteo táctico de Lucas Victoriano. Con los cambios que hizo el DT los albirrojos se alejaron en el resultado. Durante más de 3 minutos el verde no pudo convertir puntos. Con el ingreso del quinteto titular, al final del primer tiempo, el equipo glorioso sacó más ventaja y se fue al descanso 41 a 29.
En el tercer cuarto fue donde se despertó Gimnasia con Elliot (19 puntos) pero Instituto no tardó en reaccionar y empezó a estirar su ventaja. El tercer capítulo terminó 62 a 50.
El nivel de intensidad se diluyó en el final del cuarto anterior pero en el último el nivel fue de menos a más. Gimnasia erró más de lo que acertó y eso le costó caro porque el equipo de Copello, Romano y Whelan no perdonó y se alejó en el marcador. Nicolás Romano jugó un gran partido y con un triple al final del encuentro se llevó el MVP (19 puntos, 10 rebotes y 3 asistencias) y levantó al Sandrín como nunca. Una fiesta que explotó un minuto antes del cierre y la Gloria se coronó campeón del Súper 20.
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