La nadadora, oriunda de la ciudad de Río Tercero, Andrea Berrino visitó el programa Impacto Deportivo y contó su experiencia en los Juegos Panamericanos de Lima.
Más relajada, con una sonrisa dibujada en su rosto y la medalla de bronce entre sus manos, Andrea Berrino, comentaba la linda experiencia con el equipo de natación en los panamericanos y lo que sucedió en el momento que se enteraban que habían ganado la medalla de bronce.
“Fue un poco confusa la situación, estábamos en la zona mixta brindando entrevistas con los periodistas y uno de mis compañeros en relevo que llegó unos minutos después a dar notas, nos dijo que nos estaban llamando.
Nos sorprendimos y fuimos, estaban los otros equipos listos para la premiación y no informan que eramos tercer puesto al mismo tiempo que le daban la noticia a los de Estados Unidos que estaban descalificados”.
Ya de regreso en Córdoba dijo: “Ahora estoy entrenando un solo turno, estoy haciendo gimnasio. No estoy entrenando de madrugada, cuando nado lo hago a las ocho de la mañana. Antes entrenaba más temprano porque a las siete estaba cursando, ya me recibí soy profe de Educación Física y estoy cursando a distancia la licenciatura con especialidad en natación”.
“He decidido dedicarme solo a la natación hasta que me retire” comentó Berrino y recordó que cuando terminó el colegio se tomó un año para recuperarse de una lesión y luego inició el profesorado que lo completó en en cinco años.
“Hoy la vida útil del nadador tiene que ver con los entrenamientos, ahora se busca entrenar mas lo que es calidad que cantidad, una persona de 30 años no se banca entrenar doble turno con ciertas exigencias como lo hace un chico de 17, pero hay excepciones como Cecilia Biagioli, que sacó medalla de plata en aguas abiertas”.
“Tengo 25 años y me doy cuenta que he madurado mucho y eso se nota por como enfrentó los entrenamientos y las competencias, mi próximo objetivo es llegar a Tokio. Quede afuera por 20 centésimas en marca B, las tres nadadoras que estaban por encima mío en la marca tenían el mismo tiempo y clasificaron las tres y yo quede afuera”. Se notaba en el rostro de Andrea la desazón de no haber logrado la clasificación y comentó que aunque se asimiló el no haber alcanzado el objetivo es muy difícil procesarlo.
“Me quede a la espera de que me llamen, lo llamaron a mi entrenador, yo seguí entrenando igual. Volaba en los entrenamientos, en Londres 2012 llamaron a ocho y en Rio 2016 a uno solo. Termine de nadar y mi entrenador me dijo que no quedaba, me largue a llorar, al otro día fui a la tarde a la pileta y me dije que estoy haciendo… fue muy complicado aceptarlo”.
En los próximos días deberá decidir con cual de las pruebas buscará la clasifación a Tokio 2020. “Debo definir si voy a nadar en 100 o 200, no es simple entrenar para las dos pruebas. Yo me estaba inclinando más para velocidad en 50 y 100mts pero en 200 tengo el récord sudamericano y lo quiero mantener. Hoy en día te digo los 100mts espalda, fue la categoría que me faltaron las 20 centésimas”.
Nos explicó que la marca A es el tiempo de la posición número 14 del anterior juego olímpico en la prueba que sea, antes se tomaba desde el puesto 16 y en Rio cambió pero los tiempos en la prueba de espalda no se mejoraron.
Andrea Berrino, aún tiene tres o cuatro chances más de conseguir la clasificación a Tokio 2020, el año previo se organizan torneos homologados por la Federación Internacional de Natación (FINA) y allí puede conseguir el registro del tiempo para clasificar.
Las próximas competencias serán en Brasil, un selectivo Argentino en diciembre, el año que viene un Sudamericano y un pre-olímpico. “El objetivo seguro lo focalizaremos con mi entrenador para el Sudamericano”, cerró la nadadora.
Fotos: @Lima2019
Por Loly Coria
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