El Club Atlético Talleres lamenta profundamente el fallecimiento de Daniel Willington, una de las máximas glorias en la historia de nuestra institución y del fútbol argentino.
En la mañana de este lunes, Daniel se descompensó y fue internado en Instituto Cardiológico. El Club acompañó a Daniel y a su familia durante la jornada hasta el último instante.
El Daniel de los estadios
Figura inmortal del Pueblo Matador, Willington quedará grabado para siempre en la memoria de los hinchas albiazules. Su nombre, su talento y su amor por la camiseta trascienden generaciones.
Nacido Santa Fe, Daniel llegó a Córdoba a los siete años, cuando Talleres fichó a su padre, Atilio “el Toro” Willington. Su infancia transcurrió en Villa Revol, a metros de La Boutique, donde comenzó a forjar su vínculo eterno con el Club.
Debutó oficialmente con la camiseta albiazul el 7 de junio de 1959, con apenas 16 años, en la victoria 5-2 frente a Huracán de La France. Desde aquel primer día, su talento deslumbró a propios y extraños. En total, disputó 168 partidos, marcó 66 goles y conquistó 17 títulos con Talleres.
Tras un paso brillante por Vélez Sarsfield, regresó a Córdoba en 1973 para ser protagonista de una etapa gloriosa del Club bajo la presidencia de Amadeo Nuccetelli. Su técnica exquisita, su inteligencia dentro del campo y su personalidad lo convirtieron en un ícono del fútbol nacional.
Un grito inolvidable
Entre los recuerdos imborrables, su gol de tiro libre en la final del 21 de agosto de 1974 ante Belgrano, en Alberdi, es parte de la historia grande del fútbol cordobés. Aquel disparo perfecto, desde 30 metros, se clavó en el ángulo y desató la locura del Pueblo Matador. Su habilidad era tal que hasta el propio Pelé llegó a definirlo como “el mejor jugador del mund
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