Los clubes más chicos navegan entre la crisis económica e incertidumbre de cuándo volverá la actividad. La opción de préstamos blandos puede ser una solución parcial, pero una soga al cuello a futuro.
Por Juan Manuel Spontón. Desde el ministerio de Turismo y Deportes, casi semanalmente, emiten comunicados con declaraciones de Matías Lammens sobre la posibilidad de capear este temporal desatado por el COVID 19 que trajo un aislamiento social, preventivo y obligatorio que lógicamente priva a los clubes de cualquier actividad, con ello caída masiva de ingresos como cuota societaria y, quien tenga esa actividad de manera masiva, entradas para partidos de fútbol.
El pasado fin de semana anunciaron que en el marco de la pandemia del corona virus “no dispondrán del corte de los servicios de energía eléctrica, gas por redes y agua corriente, telefonía fija o móvil e internet y TV por cable, por vínculo radioeléctrico o satelital, en caso de mora o falta de pago de hasta tres facturas consecutivas o alternas con vencimiento desde el 1° de marzo de 2020”.
Esto se suma a la posibilidad de acceder a los préstamos con una tasa del 24 por ciento, sin comisión de otorgamiento a un plazo de 12 meses con un período de gracia de 90 días tanto de interés como de capital.
Bajo esta premisa simulemos un desembolso de 1 millón de pesos, un monto que para los clubes grandes de Córdoba puede ser un sueldo, para otros un presupuesto mensual o más aún. La cuota rondaría los 122 mil pesos. Si a esto sumamos la deuda por mora que se acumularía por no pagar los servicios a sabiendas que lo cortarán o aplicar lo mismo para aportes tributarios.
Según los índices, Argentina aún no puede controlar la inflación, el dólar sigue su tendencia alcista y una actual contracción de la economía. Con esta tendencia parece complicado que el laburante promedio quiera destinar fondos a pagar una cuota social o volver a tomar actividades. La ayuda que llegará desde AFA, por el momento no contempla Regional Amateur, y los clubes de Federal A recibirán 190 mil pesos, 10 menos que los de Primera C.
El prorrateo de deudas –servicios, pago de aportes, sueldos- puede ser la teoría que aplicó el gobierno con el coronavirus: ganar tiempo.
Leave a Reply